En nuestra guía sobre cómo mantener limpia el agua de la piscina aprendimos cuáles son los distintos métodos y herramientas disponibles para limpiar nuestra piscina, y también vimos cómo utilizarlos. En el artículo de hoy hablaremos de cómo limpiar una piscina correctamente; es decir, nos ponemos manos a la obra, asumimos que tenemos en nuestro poder todas las herramientas que necesitamos, y vamos a ver cómo y en qué momento debemos utilizarlas.
Para limpiar una piscina correctamente, no solo es importante saber utilizar las herramientas adecuadas en cada caso. Igual de importante, o más, es mantenerla y cuidarla durante todo el año.
Hay que hacer un mantenimiento preventivo durante todos los meses, tanto si estamos usando como la piscina como si no, y de esa manera tendremos gran parte del trabajo hecho y no nos tendremos que preocupar por pegarnos una paliza al principio del verano.


Puesta a punto de la piscina antes de la temporada de baño
La piscina que más se estropea es la que menos se usa, de modo que durante el invierno se acumula mucha más suciedad que el resto del año y el momento más crítico de la limpieza de una piscina suele ser en esas semanas en las que se acerca ya el calor del verano. Este momento se conoce como puesta a punto, y por lo general es donde mayor esfuerzo debemos hacer.
El trabajo para poner a punto de una piscina antes del verano depende en gran medida de si hemos adecuadamente el invernaje (mantenimiento invernal) o no.
Si no has realizado invernaje en tu piscina
Debes hacer lo siguiente, y por este orden:
- Limpiar las paredes y el suelo de la piscina.
- Limpiar a fondo el sistema de filtración (boquillas, sumidero, filtros, skimmer, etcétera).
- Llena de agua la piscina.
- Equilibra el pH del agua entre un nivel de 7.2 y 7.6.
- Echa en el agua cloro rápido (dicloro).
Si ya has hecho invernaje en tu piscina
- Revisa y equilibra el pH del agua.
- Añade dicloro (cloro de disolución rápida, que se usa sobre todo como tratamiento de choque).
- Si desinfectas tu piscina con cloro, simplemente te queda añadir un poco de algicida y de floculante.
- Si desinfectas tu piscina con sal, entonces debes poner en marcha tu clorador salino, calibrarlo, y encender la depuradora durante medio día.
En estos procesos intervienen herramientas como las esponjas y cepillos para piscinas, las pastillas de cloro, estabilizadores de cloro,
Cómo fregar o lavar las paredes de la piscina
Si tenemos la piscina vacía, es un buen momento para limpiar todo el revestimiento a fondo, en especial las esquinas (a las que es muy difícil acceder cuando hay agua), escalones, recovecos y sobre todo los bordes y la línea de flotación.
Para ello, lo más práctico es usar un cepillo para piscinas con mango telescópico (en función de lo profunda que sea) o unas esponjas.
¿Y con qué utilizamos esos cepillos o esponjas? Pues lo ideal es hacerlo con un producto específico para limpiar piscinas, como pueden ser los limpiadores de bordes:
Limpieza de la piscina durante la temporada de baño
Una vez que la hemos puesto a punto y disfrutamos de nuestra piscina en verano, el mantenimiento cotidiano es un paso importantísimo que no debemos descuidar si queremos que la piscina nos aguante en buenas condiciones todo el año.
En este punto lo que debemos tener en cuenta es que la piscina ya está llena de agua.
La desinfección e higiene de la piscina pasa primero por mantener el agua limpia. Esto se consigue de dos maneras:
- Mediante el sistema de filtración de la piscina.
- Aplicando productos de desinfección como el cloro o la sal.
Como ya tenemos la piscina llena de agua, la limpieza interior de la piscina tendremos que hacerla con una herramienta específica para aspirar o cepillar en mojado. Estos son los conocidos limpiafondos para piscinas, que podemos dividir en cuatro grandes grupos:
¿Qué parámetros intervienen en la limpieza del agua?
Existen cinco parámetros básicos que sirven para medir la calidad o la limpieza del agua de una piscina. Conviene conocerlos todos para poder ocuparnos del mantenimiento de nuestra piscina con garantías:
- pH: sirve para medir la acidez del agua y su valor debe estar entre 7.2 y 7.6.
- Cloro libre: es la cantidad de cloro activo en el agua, y debería estar entre 0.5 y 2 ppm.
- Alcalinidad total (TA): es la capacidad que tiene el agua para mantener el pH en un rango idóneo. Debe estar entre 60 y 120 ppm.
- Dureza del calcio (CH): la cantidad de calcio disuelto en el agua, que debería estar entre 200 y 500 ppm.
- Estabilizador del ácido cianúrico: la capacidad del cloro para protegerse de los rayos ultravioleta del sol. Debe situarse entre 20 y 50 ppm.
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